PROCESO : CULTURA
Núm 1569
Noviembre 2006
Boicot de Hacienda al cine
Víctor Ugalde (*)
El cine mexicano ha obtenido un extraordinario repunte en los últimos años gracias al trabajo conjunto del Poder Legislativo, el Poder Ejecutivo, representado por educación y cultura, y la comunidad creadora cinematográfica, representada por las sociedades de autor, las cooperativas cinematográficas, los sindicatos de cine, las diversas asociaciones de productores y artistas cinematográficos y los prestadores de servicios. Entidades que de manera unida han apoyado y concretado el talento artístico de los mexicanos para que se expresen en películas cómo El crimen del padre Amaro, Matando Cabos, Un día sin mexicanos, Una película de huevos, sólo por citar algunos de los 213 títulos producidos este sexenio. De éstas, 134 producciones recibieron apoyo gubernamental.
Gracias al esfuerzo conjunto, nuestra cinematografía ha obtenido 546 premios nacionales e internacionales y ha participado en más de 1270 festivales, gracias a esto se ha convertido nuevamente en nuestro mejor embajador a los ojos de los gobiernos del mundo y las sociedades que representan.
De 2002 a 2006, han debutado más de 91 directores lográndose la democratización de las oportunidades en este medio de expresión que necesita de cuantiosas inversiones para su concreción artística. Esta creciente actividad ha generado una derrama económica que supera los 2 mil millones de pesos en nuestra castigada economía nacional. Generando un elevado número de empleos y un incremento en la captación tributaria. La inversión de alto impacto en corto tiempo benefició a las pequeñas y medianas empresas, donde se realizaron las producciones cinematográficas y se logró reactivar y utilizar la capacidad industrial instalada, atrayendo, además, nuevos inversionistas para ofrecer nuevos y modernos servicios. La inversión gubernamental atrajo capital privado en una proporción de tres a uno y logró generar grandes movimientos económicos dentro de la cadena productiva cinematográfica, que beneficiaron tanto a los exhibidores y distribuidores, como a los medios de publicidad, laboratorios y demás servicios fílmicos que se requieren desde la gestación de una idea fílmica hasta que se consume en las salas, el DVD o la pantalla televisiva. Hacienda es la primer beneficiada al recuperar más de 110% a través de diversos impuestos.
Desgraciadamente, este esquema de ganar/ganar ha venido siendo boicoteado por algunos funcionarios de la SHCP a lo largo de estos seis años. Sus acciones han sido desde tratar de reducir el exiguo presupuesto fílmico hasta el intento de la desaparición de organismos fílmicos fundamentales como el Imcine, los Estudios Churubusco Azteca y el Centro de Capacitación Cinematográfica. Acciones que culminan en 2006 con la actual negativa de cumplir con el estímulo establecido en el artículo 226 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta en los términos establecidos por el Poder Legislativo de la nación.
Esta resistencia proviene, a decir de algunos funcionarios de Hacienda, como el subsecretario Ramón Aguirre, porque ellos se conforman con lo que recaudan por el IVA en las ventas de salas de cine y DVD; y lo que se logra captar por el envío de remesas al extranjero, cifra ridícula debido a los convenios de doble tributación existentes con EUA. Además, hay que recordar que desde la entrada del TLCAN se han venido desgravando diversos impuestos al cine estadunidense y por ello desde el lejano año del 94 contamos con una balanza de pagos deficitaria y que actualmente es negativa en más de 98%. A estos funcionarios no les importa cumplir las leyes nacionales y mucho menos les importa los beneficios múltiples para el desarrollo del mercado interno y así coadyuvar a la reactivación de nuestra economía.
La perversidad de los funcionarios de la subsecretaría de ingresos los llevó al límite de redactar el artículo 226 de la Ley del ISR, de tal forma que la voluntad de los diputados y senadores no lograran su empeño de apoyar a nuestro cine. Además han ejercido el terrorismo verbal y fiscal, ya que han emitido innumerables interpretaciones contradictorias, tanto de las autoridades fiscales como de los órganos técnicos encargados de su aplicación, que prácticamente hacen inaplicable la disposición obligatoria desde el 1 de enero del presente año.
¿Qué gana el país con este tipo de prácticas?... Nada.
Los únicos que ganan son los empresarios estadunidenses avecindados en el país. Éstos parecen los verdaderos jefes de este tipo de funcionarios, ya que no se preocupan por el desarrollo con justicia y empleo, y sólo se preocupan por cumplir las órdenes del FMI, BID, y BM con su liberalismo trasnochado, mismo que en la nación que lo fundó e impulsó ya ha sido rebasado por los malos resultados que ha dado en las naciones emergentes en los últimos 20 años.
Por lo anterior, la comunidad cinematográfica exige respeto a las iniciativas emanadas del Poder Legislativo y su cabal cumplimiento. Basta de enterrar el futuro cinematográfico del país entregándoselo a los estadunidenses a cambio de 30 denarios. ?
(*) Escritor, investigador y director de cine.
miércoles, 6 de diciembre de 2006
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